De La Fe A Lo Monumental, De La Tradición A Lo Singular
El concepto de Badajoz cofrade y monumental nos sugiere un apasionante viaje por la propia historia de la ciudad, recalando en aquellos matices que la distinguen y engrandecen, matices que tienen que ver con elementos tangibles –un monumento, un templo, una imagen, un paso, una Cruz de Guía, una Banda, un nazareno, un costalero, un penitente, por ejemplo- y con aquellos otros, esenciales, también, que dan sentido a la persona, al objeto,
Porque de eso se trata cuando hablamos de Badajoz y lo relacionamos con Hermandades, con pasos e imágenes, con costaleros y nazarenos, con iglesias y monumentos donde Dios está presente, tal vez desde una fe inquebrantable o una fe debilitada, es posible que desde una fe heredada o una fe desde la distancia, pero fe al fin y al cabo, por tu padre, por tu madre, por unos hermanos, por alguien que se nos fue, por alguien que recuperamos, una fe que cada día resucita y sabemos reconocer, porque hemos aprendido a convivir con ella.
Siempre se ha dicho, que Badajoz tiene un valor añadido en su condición de ciudad transfronteriza. Y posiblemente por ello, ha sido y es, una ciudad de cuarteles y templos. Las múltiples batallas vividas nos han regalado una historia de héroes y enemigos, pero al mismo tiempo también, fue regando nuestra ciudad de monasterios, conventos, ermitas y templos que albergaron en su seno destacadas muestras de fe. Fe que se sustentó y ayudó en religiosos y feligreses, en cofrades y hermanos, que supieron mantener en pie esos edificios y monumentos cargados de religiosidad, con un profundo mensaje dentro de ellos, de devoción, de adoración, de confraternidad y de servicio a la comunidad. Fueron la fe y los monumentos, los que conformaron tradiciones que hoy respetamos, tradiciones singulares por su forma de expresarse y por el alma del pueblo que las mueve y conserva.
Tradiciones hermosas y pasionales como la Semana Santa, las romerías de Bótoa y San Isidro, el despuntar de la Hermandad del Rocío, y muchas más citas que tienen como protagonista a imágenes que los fieles adoran en el interior de templos que perduran cargados, sí, de fe, de religión, pero, igualmente, de un valor artístico y monumental que enriquece el discurrir de nuestra historia. Templos, objetos, imágenes, en definitiva, elementos que aúnan la fe y la admiración por su valor para el alma y para los sentidos. Esto es, precisamente, lo que podemos encontrar en esta guía cofrade y monumental que nos lleva de la mano por las citas y los rincones donde Badajoz descubre su inmensa y hermosa historia religiosa.
Francisco Javier Fragoso Martínez
Alcalde de Badajoz