
Procesiona el 17 de septiembre
La advocación, imagen e iconografía de Jesús Obrero da nombre a la Parroquia del popular barrio de Cerro de Reyes, en Badajoz.
Posteriormente, en el año 2015, se integra una extraordinaria talla Mariana bajo la advocación de Nuestra Señora del Dulce Nombre de María.
El párroco Manuel Malagón, quería para sus feligreses una advocación que diera sentido y enmarcara el sentimiento humilde, trabajador y solidario del barrio.
La Hermandad encarga en el año 2002 la imagen de Jesús al profesor Hipólito Caba Alzas y a su compañero Eustaquio Mejía Zahiño.
En un primer momento, la imagen se realiza en barro y al pasar de los años empieza a agrietarse y la Hermandad decide pasarla a escayola. Finalmente, se vuelve a intervenir para darle una mayor resistencia y fiabilidad y la imagen se pasa a fibra de vidrio.
La iconografía de Jesús Obrero se presenta en actitud caminante (como si fuera a trabajar), bajando unos peldaños y en su mano derecha empuña un martillo de carpintero y en la mano izquierda una pequeña tabla de madera.
Su mirada al frente y una leve sonrisa en sus labios, confiere una estampa cargada de humildad, sencillez y felicidad.
Detrás de Él, a su espalda, una majestuosa y poderosa cruz de madera de donde cuelga un sudario blanco en representación del triunfo de la vida sobre la muerte.
Durante la procesión, la imagen de Jesús Obrero, descansa sobre unas grandes y robustas andas de madera con tres varales y portadas por 26 hermanos costaleros, la mayoría vecinos, que recorren sus calles con gran ilusión, fervor y fe.
Al igual que la Virgen del Dulce Nombre, Jesús Obrero recorre en años alternos las dos partes del barrio, la parte más antigua y la parte más nueva.
Durante el recorrido y por su carácter parroquial y asistencial, se realizan varias paradas para rezar en unos altares que los vecinos montan y preparan con gran esmero en sus puertas.
Hay que destacar la gran labor social que realiza la Hermandad y la parroquia durante todo el año para los vecinos del barrio y cualquiera que lo pueda necesitar: recogidas de alimentos, juguetes, ropa, enseres, actividades para niños y mayores, organización de viajes para los vecinos, taller de costura, etc.
La Hermandad está en pleno crecimiento y en los próximos años, con la ayuda de los vecinos, será una cofradía a tener en cuenta por sus valores humanos, sociales y obras de caridad.